Un bien inmueble el cual estuvo o se encuentra actualmente pasando por un proceso de adjudicación, ya sea ejecutado de parte de un banco o bien de una institución con la cual se adquirió un adeudo que no ha sido finiquitado. Esa es la respuesta corta y al grano a la pregunta “qué es un bien adjudicado”.
Ahondando en el tema, el proceso de adjudicación tiene como objetivo tomar posesión del bien en cuestión de manera legal. Este proceso es llevado a cabo con el fin último de poner dicha propiedad a la venta a un precio menor, y de esta forma que el banco o la institución cobren la deuda que en su momento no fue cubierta por el deudor, dueño anterior del bien.
El origen se presenta en el momento en que un individuo, quien compró ya sea a través de una institución de gobierno como el Infonavit, el Fovissste o pensiones del Estado, un banco comercial o una sociedad financiera de objeto múltiple (Sofom), dejó de pagar durante una determinada cantidad de meses la mensualidad establecida desde un inicio.
Cuando la anterior situación se presenta, la entidad financiera en cuestión (institución gubernamental, banco o sofom) procede de forma legal con una demanda del tipo judicial para adquirir posesión del inmueble. Una vez el proceso concluye y obtiene dicho bien, lo “regresa” al mercado a un costo muchísimo menor.
Sabiendo ya qué es un bien adjudicado, es común pensar que la adquisición de uno de estos bienes, comúnmente conocidos como “de remate” sea una oportunidad exclusiva para personas inversionistas o que cuentan con un gran poder adquisitivo.
La realidad, es que este tipo de bienes se encuentran a la disposición de toda persona que desee adquirirlos, siempre y cuando cuenten con el dinero en efectivo para hacerlo o bien, sean sujetos de crédito. Visita provive.mx para más información de cómo adquirir tu vivienda.
Así, una propiedad adjudicada es una excelente oportunidad para toda aquella persona o pareja que desee contar con su propio hogar, pero sin tener que pagar los altos costos de una casa nueva, ni tampoco vivir siempre en distintos lugares pagando rentas a precios verdaderamente exagerados.